martes, 16 de junio de 2015
Deméter, Diosa de la Agricultura
Deméter o Demetra es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la «portadora de las estaciones» en un himno homérico, un sutil signo de que era adorada mucho antes de la llegada de los olímpicos. El himno homérico a Deméter ha sido datado sobre el siglo VII a. C. Junto a su hija Perséfone eran los personajes centrales de los misterios eleusinos que también precedieron al panteón olímpico.
En la mitología romana se asociaba a Deméter con Ceres. Cuando se le dio a Deméter una genealogía, se dijo que era hija de los titanes Crono y Rea (ambos hijos de Gea y Urano), y por tanto hermana mayor de Zeus. A sus sacerdotisas se les daba el título de Melisas.
Es fácil confundir a Deméter con Gea, su abuela, y con Rea, su madre, o Cibeles. Los epítetos de la diosa revelan lo amplio de sus funciones en la vida griega. Deméter y Core (‘la doncella’) solían ser invocadas como to theo (‘las dos diosas’), y así aparecen en las inscripciones en lineal B del Pilos micénico en tiempos pre-helénicos. Es bastante probable que existiese una relación con los cultos a diosas de la Creta minoica.
Según el retórico ateniense Isócrates, los mayores dones que Deméter daba a los atenienses eran el grano, que hacía al hombre diferente de los animales salvajes, y los misterios eleusinos, que le daban mayores esperanzas en esta vida y en la otra.
Los nombres de Deméter y Poseidón están relacionados en las primeras inscripciones en lineal B halladas en Pilos, donde aparecen como PO-SE-DA-WO-NE y DA-MA-TE en el contexto sagrado de echar a suertes. El elemento «DA» que aparece en ambos nombres está aparentemente conectado con una raíz protoindoeuropea relacionada con la distribución de tierras y honores (compárese con el latín dare, ‘dar’). Poseidón (cuyo nombre parece significar ‘consorte de la distribuidora’) persiguió una vez a Deméter, en su forma original de diosa-yegua. Ella se resistió a Poseidón, pero no pudo ocultar su origen divino entre los caballos del rey Oncos. Poseidón se transformó en semental y la cubrió. Deméter se puso literalmente furiosa (Deméter Erinia) por este asalto, pero lavó su ira en el ríoLadón (Deméter Lusia). Le dio a Poseidón una hija Despena, pero que cuyo nombre no podía ser pronunciado fuera de los misterios eleusinos, y un corcel de negras crines llamado Arión.
El mito fundamental de Deméter, que constituye el corazón de los misterios eleusinos, es su relación con Perséfone, su hija, y ella misma de joven. En el panteón olímpico, Perséfone era hija de Zeus y consorte de Hades (Plutón para los romanos, dios de la riqueza del inframundo). Perséfone se convirtió en diosa del inframundo cuando Hades la secuestró en la tierra y la llevó con él. Perséfone había estado jugando con algunas ninfas (o Leucipe) a quienes Deméter convirtió en sirenas como castigo por no haber intervenido. La vida se paralizó mientras la deprimida Deméter (diosa de la tierra) buscaba a su hija perdida (descansando en la piedra Agelasta). Finalmente, Zeus no pudo aguantar más la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone enviando a Hermespara rescatarla. Pero antes de liberarla, Hades la engañó para que comiese seis semillas de granada, lo que la obligaba a volver seis meses cada año. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía al inframundo, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril.
Estos seis meses son los de verano, pues en Grecia es cuando toda la vegetación muere por el calor y la falta de lluvia. Por el contrario, el invierno traía abundantes lluvias y temperaturas suaves, floreciendo la vida vegetal. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos. En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone. En otras versiones Perséfone no era engañada para comer las semillas de granada sino que decidía comerlas por sí mismas. Algunas versiones afirman que comió cuatro semillas en lugar de seis. En cualquier caso, el resultado final es la ocurrencia del verano, la primavera, el otoño y el invierno.
Mientras Deméter buscaba a su hija Perséfone, habiendo tomado la forma de una mujer anciana llamada Doso, recibió la hospitalaria bienvenida de Céleo, el rey de Eleusis en Ática (y también de Fítalo). Céleo le pidió que cuidase de Demofonte y Triptólemo, los hijos que había tenido con Metanira.
Como regalo a Céleo por su hospitalidad, Deméter planeó convertir a Demofonte en un dios, cubriéndolo y ungiéndolo con ambrosía, respirando suavemente sobre él mientras lo sostenía entre sus brazos y su pecho, y haciéndolo inmortal quemándolo sobre carbones al rojo vivo en la chimenea del hogar familiar cada noche, a espaldas de sus padres.
Deméter no pudo completar el ritual porque Metanira sorprendió una noche a su hijo en el fuego y chilló asustada, lo que enfureció a Deméter, quien lamentó que los mortales no entendiesen el concepto y el ritual.
En lugar de hacer inmortal a Demofonte, Deméter decidió enseñar a Triptólemo el arte de la agricultura y, a través de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos. Triptólemo cruzó el país volando en un carro alado mientras Deméter y Perséfone cuidaban de él, ayudándolo a completar su misión de educar a Grecia entera en el arte de la agricultura.
Más tarde, Triptólemo enseñó a Linco, rey de Escitia, el cultivo del trigo, pero Linco rehusó enseñarlas a sus súbditos, y trató de matar a Triptólemo. Deméter lo transformó en lince.
Algunos investigadores creen que la historia de Demofonte está basada en una leyenda popular prototípica anterior.
La identificación con la diosa Isis está en el hecho de que las dos deben emprender una búsqueda, su hija Core en el caso de Deméter y su esposo Osiris en el caso de Isis, produciéndose en los dos casos una paralización de la vida en la naturaleza, por la llegada del invierno en un caso y por el final de la crecida del río en el otro, hasta que se produce el encuentro y la naturaleza vuelve a renacer. Posteriormente, las sacerdotisas grecorromanas de Isis debían formarse previamente en los misterios eleusinos a través del modelo de las sacerdotisas de Deméter, las canéforas.
Su asimilación con la diosa fenicia Astarté, a través de Isis, fue facilitada por las relaciones comerciales entre el Antiguo Egipto y la ciudad fenicia de Biblos, ya que según la mitología egipcia, ésta encontraría el cofre con el cadáver de su esposo en esta antigua ciudad.
Hestia, Diosa de la Arquitectura
En la mitología griega, Hestia es la diosa de la cocina, la arquitectura, el hogar, o, más apropiadamente, del fuego que da calor y vida a los hogares. Es una diosa pacífica. Su culto se asemejaba a la escita Tabiti, y su equivalente romana sería la diosa Vesta, aunque el culto romano a ésta difería bastante del de los griegos.
Era la hija primogénita de los titanes Crono y Rea, y la primera en ser devorada por su padre al nacer; por lo que fue la última expulsada del cuerpo de su padre cuando Zeus le entregó el vomitivo. Tras la guerra contra los Titanes, Hestia fue cortejada por Poseidón y por Apolo, pero juró sobre la cabeza de Zeus que permanecería siempre virgen, evitando así la primera disputa entre dioses olímpicos. El rey de los dioses le correspondió cediéndole la primera víctima de todos los sacrificios públicos y los lugares preeminentes de todas las casas.
Hestia era la primera a quien se le hacían las ofrendas en los banquetes, incluso antes que a Zeus. Se le solían sacrificar terneras de menos de un año, aludiendo a su virginidad.
Como diosa del hogar y la familia, Hestia apenas salía del Olimpo, y nunca se inmiscuía en las disputas de los dioses y los hombres, por lo que paradójicamente pocas veces aparece en los relatos mitológicos a pesar de ser una de las principales diosas de la religión griega y, posteriormente, romana.
Cuando Dionisos es admitido en el Olimpo, Hestia cede su puesto en el consejo de los doce dioses, mostrando otra vez su caracter pacífico. Dionisos fortaleció su categoría de dios olímpico y ella se dedicó por completo al cuidado del fuego sagrado del Olimpo.
Ovidio narra una escena en la que Príapo, borracho, había intentado violar a Hestia en una fiesta a la que habían acudido todos los dioses y tras la cual se habían quedado dormidos. El rebuzno delasno de Sileno despertó a la diosa justo cuando su agresor se abalanzaba sobre ella, dándole el tiempo suficiente para huir despavorida originando una situación bastante cómica. Sin embargo, es posible que esta historia sea una deformación latina posterior de una escena protagonizada por la ninfa Lotis.
La escena también cuenta que en lugar de ser Hestia quien escapaba, fue Príapo, ya que al despertar la diosa, le empezó a gritar y él huyó. Este hecho provocó que el asno fuese su animal favorito y en sus festividades, estos animales eran engalanados con guirnaldas.
En el diálogo Fedro, Platón describe como Zeus divide a todos los dioses, semidioses y criaturas divinas en escuadrones capitaneado por un dios olímpico. Sin embargo, solo once salen del Olimpo, quedándose el de Hestia en la morada de los dioses. Cuando Hestia cede su puesto a Dionisos, este escuadrón se une a los restantes.
Según los Himnos homéricos, la mansión de Hestia estaba ubicada en la parte más alta del Olimpo. Además, se muestra como Hestia, que aunque mantuvo un trato cordial con todos los dioses y siempre se mantuvo neutral en las disputas tanto divinas como humanas, mantenía una relación diferente con dos dioses. Sin duda, Hermes fue su sobrino favorito y quien, cuando éste permanecía en el Olimpo, pasaba mucho tiempo en casa de su tía contándole sus aventuras o las noticias que les ocurrían a dioses, semidioses o humanos. Además, tía y sobrino eran quienes organizaban los banquetes y se encargaban de reunir a los demás dioses. Por el contrario, Afrodita fue una diosa cuyo comportamiento siempre desaprobó y no hubo ninguna ocasión en que ésta pudiera convencer o engañar para que la virginal Hestia se permitiese un devaneo amoroso.
Hestia, en su trasunta romana Vesta, tiene un papel más destacado en otros mitos variantes a la fundación de Roma. Allí, Vesta intercede ante el rey Numitor para que no mate a su hija Ilía o Rea Silvia, ya embarazada de Rómulo y Remo. En estos mitos, el rey es llamado Tarquetio.
El hijo de Rómulo, Numa Pompilio, en agradecimiento a la diosa, instaura el culto a las vestales. Por lo tanto, Rea Silvia no podía ser una de ellas.
Hades, Dios del Hades (el Inframundo)
En la mitología griega Hades alude tanto al antiguo inframundo griego como al dios de éste. La palabra hacía referencia en Homero solo al dios; siendo el genitivo ᾍιδού Haidou una elisión para designar ubicación: ‘la casa/dominio de Hades’. Finalmente también el nominativo llegó a designar la morada de los muertos.
Hades es el mayor hijo varón de Cronos y Rea. Según el mito, él y sus hermanos Zeus y Poseidón derrotaron a los Titanes y reclamaron el gobierno del cosmos, adjudicándose el inframundo, el cielo y el mar, respectivamente; la tierra sólida, desde mucho antes provincia de Gea, estaba disponible para los tres al mismo tiempo.
Hades también era llamado Plouton (en griego antiguo Πλούτων, genitivo Πλούτωνος, ‘el rico’), nombre que los romanos latinizaron como Plutón. Los antiguos romanos asociaron a Hades/Plutón con sus propias deidades ctónicas, Dis Pater y Orco; el dios etrusco equivalente era Aita.
El término «hades» en la teología cristiana (y en el Nuevo Testamento) es paralelo al hebreo sheol (שאול, ‘tumba’ o ‘pozo de suciedad’), y alude a la morada de los muertos. El concepto cristiano de infierno se parece más al Tártaro griego, una parte profunda y sombría del Hades usada como mazmorra de tormento y sufrimiento.
En los antiguos mitos griegos, el reino de Hades es la neblinosa y sombría2 morada de los muertos (también llamada Érebo), a la que iban todos los mortales. La filosofía griega posterior introdujo la idea de que los mortales eran juzgados tras su muerte y se los recompensaba o maldecía. Muy pocos mortales podían abandonar este reino una vez que habían entrado: las excepciones, Heracles y Teseo, eran héroes. Incluso Odiseo en su nekyia llama a los espíritus de los difuntos, en lugar de descender hasta ellos.
Había varias secciones en el Hades, incluyendo el Elíseo, los Campos de Asfódelos y el Tártaro. Los mitógrafos griegos no son totalmente consistentes sobre la geografía del más allá. Un mito completamente opuesto sobre la otra vida concierne al Jardín de las Hespérides, con frecuencia identificado con las Islas de la Bendición, donde podían morar los héroes bendecidos.
En la mitología romana, la entrada al Inframundo localizada en el Averno, un cráter cercano a Cumas, fue la ruta usada por Eneas para descender al reino de los muertos. Por sinécdoque, «Averno» puede usarse como referencia a todo el inframundo. Los Inferi Dii eran los dioses romanos del inframundo.
Para los helenos, los fallecidos entraban al inframundo cruzando el río Aqueronte, porteados por Caronte, quien cobraba por el pasaje un óbolo, pequeña moneda que ponían en la boca del difunto sus piadosos familiares. Los pobres y quienes no tenían amigos ni familia se reunían durante cien años en la orilla cercana. Los griegos ofrecían libaciones propiciatorias para evitar que los difuntos volviesen al mundo superior a «perseguir» a quienes no les habían dado un funeral adecuado. El otro lado del río era guardado por Cerbero, el perro de tres cabezas derrotado y domesticado para sí mismo por Heracles (Hércules para los romanos). Más allá de Cerbero, las sombras de los difuntos entraban en la tierra de los muertos para ser juzgadas.
Los cinco ríos del reino de Hades y su significado simbólico eran el Aqueronte (el río de la pena o la congoja), el Cocito (lamentaciones), el Flegetonte (fuego),Lete (olvido) y Estigia (odio), el río sobre el que incluso los dioses juraban y en el que Aquiles fue sumergido para hacerlo invencible. El Estigia formaba la frontera entre los mundos superior e inferior. (Véase también Erídano.)
La primera región del Hades comprendía los Campos de Asfódelos, descritos en la Odisea, donde las almas de los héroes vagaban abatidas entre espíritus menores, que gorjeaban a su alrededor como murciélagos. Solo libaciones de sangre ofrecidas a ellos en el mundo de los vivos podían despertarlos durante un tiempo a las sensaciones de humanidad.
Más allá quedaba el Érebo, que podía tomarse como un eufemismo para el Hades, cuyo nombre era temido. Había en él dos lagos: el de Lete, a donde las almas comunes acudían para borrar todos sus recuerdos, y el de Mnemósine (‘memoria’), de donde los iniciados en los Misterios preferían beber. En el antepatio del palacio de Hades y Perséfone se sentaban los tres jueces del Inframundo:Minos, Radamantis y Éaco. Allí, en el trivio consagrado a Hécate, donde los tres caminos se encontraban, las almas eran juzgadas, volviendo a los Campos de Asfódelos si no eran virtuosas ni malvadas, enviadas al camino del tenebroso Tártaro si eran impías o malas, o al Elíseo (Islas de los Bienaventurados) con los héroes «intachables».
En los Oráculos sibilinos, un curioso batiburrillo de elementos grecorromanos y judeocristianos, vuelve a aparecer el Hades como morada de los muertos, y por etimología popular, incluso procede del nombre de Adán (el primer hombre), afirmándose como motivo que fue el primero en entrar en él.
En la mitología griega, Hades (el ‘invisible’), el dios del inframundo, era un hijo de los Titanes Crono y Rea. Tenía tres hermanas, Deméter, Hestia y Hera, así como dos hermanos, Zeus (el menor de todos) y Poseidón. Juntos constituían los seis dioses olímpicos originales.
Tras hacerse adulto, Zeus logró obligar a su padre a que regurgitase a sus hermanos. Tras ser liberados, los jóvenes dioses, junto a los aliados que lograron reunir, desafiaron el poder de los dioses mayores en la Titanomaquia, una guerra divina. Zeus, Poseidón y Hades recibieron armas de los tres Cíclopes como ayuda para la guerra: Zeus los truenos, Poseidón el tridente y Hades un casco de invisibilidad. La noche anterior a la primera batalla, Hades se puso su casco y, siendo invisible, se infiltró en el campamento de los Titanes y destruyó sus armas.[cita requerida] La guerra duró diez años y terminó con la victoria de los dioses jóvenes. Tras esta victoria, según a un único pasaje famoso de la Ilíada, Hades y sus dos hermanos menores, Poseidón y Zeus, echaron a suertes los reinos a gobernar. Zeus se quedó con el cielo, Poseidón con los mares y Hades recibió el inframundo, el reino invisible al que los muertos van tras dejar el mundo, así como todas las cosas bajo tierra. Fue así como los tres hermanos se convirtieron en los dioses supremos de la cultura griega.
Hades obtuvo su consorte definitiva y reina, Perséfone, mediante artimañas, en una historia que conectaba los antiguos misterios eleusinos con el panteón olímpico en un mito fundacional del reino de los muertos. Helios le dijo a la llorosa Deméter sobre Hades «que no es un indigno yerno el soberano de tantos, que es de tu misma semilla y sabes bien dónde vive y qué lote le tocó cuando se hizo el reparto entre los tres hermanos...»
A pesar de las connotaciones modernas de la muerte como maldad, Hades tenía en realidad un carácter más altruista en la mitología. A menudo se lo retrataba más como pasivo que como malvado: su papel era a menudo mantener un relativo equilibrio.
Hades reinaba sobre los muertos, con la ayuda de otros sobre los que tenía completa autoridad. Prohibió estrictamente a sus súbditos abandonar sus dominios y se enfurecía bastante cuando alguien lo intentaba, o si alguien trataba de robar almas de su reino. Era igualmente terrible para quien intentaba engañar a la muerte o cruzarla, como Sísifo y Pirítoo descubrieron para su desgracia.
Aparte de Heracles, las únicas personas vivas que se aventuraron en el Inframundo fueron todas héroes: Odiseo, Eneas (acompañado por la Sibila), Orfeo, Teseo y, en un romance posterior, Psique. Ninguno de ellos estuvo especialmente satisfecho con lo que presenciaron en el reino de los muertos. En particular, el héroe griego Aquiles, a quien Odiseo conjuró con una libación de sangre, dijo: «No me hables con dulzura de la muerte, glorioso Odiseo. Preferiría servir como mercenario a otro antes que ser el señor de los muertos que han perecido.»
La consorte de Hades era Perséfone, representada por los griegos como la hermosa hija de Deméter.
Perséfone no se sometió a Hades voluntariamente, sino que fue raptada por éste mientras recolectaba flores en los campos de Nisa. En protesta por este acto, Deméter lanzó una maldición sobre la tierra que produjo una gran hambruna, y aunque uno por uno los dioses fueron a pedirle que la levantase para que la humanidad dejase de sufrir, ella aseguraba que la tierra permanecería estéril hasta que volviese a ver a su hija. Por fin intervino Zeus, quien a través de Hermespidió a Hades que devolviese a Perséfone. Éste accedió, «pero antes de partir tomó un grano de granada, que es dulce como la miel y que Hades le ofreció porque sabía que así tendría que regresar.»
Deméter preguntó a Perséfone a su regreso a la luz y el aire: «¿No habrás probado bocado mientras estabas abajo? Porque si aún no lo has hecho podrás vivir con nosotros, pero si algo comiste, tendrás que volver allí, pasarás los inviernos en la tierra profunda y al llegar el calor y la tierra esté verde con nosotros vendrás a reunirte de nuevo.»
Esto la ató a Hades y al Inframundo, para gran consternación de Deméter. No está claro si Perséfone fue cómplice del ardid. Zeus propuso un compromiso, al que accedieron todas las partes: del año, Perséfone pasaría un tercio con su marido. Es durante esta época cuando el invierno cae sobre la tierra, «una expresión de tristeza y luto».
El matrimonio entre Hades y Perséfone se consideró esteril a excepción de Macaria, consorte de Tánatos y reina de la Isla de los Bienaventurados. Algunas tradiciones, también le otorgan la paternidad de Melínoe, diosa de los fantasmas; sin embargo, otras tradiciones se la otorgan a su hermano Zeus.
El último trabajo de Heracles (Hercules) fue capturar a Cerbero. Primero viajó a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos. Hizo esto para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a loscentauros y para aprender cómo entrar y salir vivo del Inframundo. Encontró la entrada al inframundo en Ténaro. Atenea y Hermes lo ayudaron en la ida y vuelta del Hades. Heracles pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero.
Poseidón, Dios de los Oceanos
Posidón o Poseidón es el dios de las aguas y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos en la mitología griega. El nombre del dios marino etrusco Nethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos dioses del mar análogos a Poseidón. Las tablillas en lineal B muestran que Poseidón fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior como hermano de Zeus y Hades. Poseidón tuvo muchos hijos y fue protector de muchas ciudades helenas, aunque perdió el concurso por Atenas contra Atenea. Le fue dedicado un himno homérico.
Poseidón era un hijo de Crono y Rea. En la versión más antigua, relatada por Hesíodo en la Teogonía, era tragado por Crono al nacer pero luego era salvado, junto con sus demás hermanos, por Zeus.
Sin embargo, en otras versiones del mito, Poseidón, como su hermano Zeus, evitó el destino de sus demás hermanos al ser salvado por su madre, que lo ocultó en un rebaño de corderos simulando haber parido un potro, que dio a Crono para que lo devorase. SegúnTzetzes la curótrofa o niñera de Poseidón fue Arne, quien negó serlo cuando Crono apareció buscándola. Según Diodoro Sículo, Poseidón fue criado por los Telquines en Rodas, igual que Zeus había sido criado por los Coribantes en Creta.16
Según una única referencia en la Ilíada, cuando el mundo fue dividido en tres, Zeus recibió la tierra y el cielo, Hades el inframundo y Poseidón el mar. En la Odisea Poseidón tenía un hogar en Egas.
Atenea se convirtió en la diosa patrona de la ciudad de Atenas tras competir con Poseidón, si bien éste siguió siendo una presencianuminosa en la Acrópolis bajo la forma de su sustituto, Erecteo. En la fiesta de disolución al final del año en el calendario ateniense, lasEsciroforias, los sacerdotes de Atenea y el de Poseidón iban en procesión bajo palio hasta Eleusis.
Ambos acordaron que cada uno haría un regalo a los atenienses y que éstos elegirían el que prefiriesen. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, que les dio agua para beber y para cultivos, mientras que Atenea ofreció un olivo.
Los atenienses (o mejor dicho su rey, Cécrope) escogieron el olivo y con él a Atenea como patrona, pues el árbol daba madera, aceite y alimento. Tras esto, enfurecido por su derrota, Poseidón envió una monstruosa inundación a la llanura ática, castigando así a los atenienses. La depresión hecha por el tridente de Poseidón y llena de agua marina estaba rodeada por la entrada norte del Erecteión, permaneciendo abierta al cielo. «En los cultos, Poseidón era identificado con Erecteo», señaló Burkert. «El mito transforma esto en una secuencia temporal-causal: en su enfado por la derrota, Poseidón dirigió a su hijo Eumolpo contra Atenas y mató a Erecteo.»
El concurso de Atenea y Poseidón fue el tema de relieves en el frontón oeste del Partenón, la primera vista que tenía el visitante cuando llegaba. Este mito es considerado por Graves y otros autores como el reflejo de un enfrentamiento entre los habitantes de la época micénica y los inmigrantes posteriores. Resulta interesante señalar que en su culmen Atenas fue una importante potencia marítima, llegando a derrotar a la flota persa en la batalla de Salamina.
Su esposa era Anfítrite, una ninfa y antigua diosa del mar, hija de Nereo y Doris, con la que tuvo a Rodo y Tritón. Poseidón fue padre de muchos héroes, entre ellos el afamado Teseo.
Una mujer mortal llamada Tiro estaba casada con Creteo (con quien tenía un hijo, Aesón) pero amaba a Enipeo, un dios-río. Tiro perseguía a Enipeo, que rehuía sus avances. Un día Poseidón, lleno de deseo hacia Tiro, se disfrazó como Enipeo y de su unión con ella nacieron los héroes Pelias y Neleo. Poseidón también tuvo una aventura con Álope, su nieta por Cerción, de la que nació el héroe ático Hipotoonte. Cerción enterró viva a su hija pero Poseidón la convirtió en una fuente cerca de Eleusis.
Poseidón rescató a Amimone de un sátiro lujurioso y entonces tuvo un hijo con ella, Nauplio. Tras violar a Céneo, Poseidón le concedió el deseo de convertirse en hombre.
No todos los hijos de Poseidón fueron humanos. En un mito arcaico, Poseidón persiguió una vez a Deméter. Ésta rechazó sus avances, transformándose en una yegua para poder esconderse en un rebaño de caballos, pero Poseidón advirtió el engaño, se convirtió en un semental y la violó. El hijo de ambos fue un caballo, Arión, que tenía el don de la palabra. También es su descendiente el Vellocino de Oro, que nace de la relación de Poseidón con Teófane, tras convertir a ésta en una oveja y transformarse él en un carnero. Poseidón también violó a Medusa en el suelo de un templo consagrado a Atenea. Medusa fue entonces transformada en un monstruo por ésta. Cuando más tarde fue decapitada por Perseo, Crisaor yPegaso emergieron de su cuello. Otros descendientes de Poseidón fueron el cíclope Polifemo y los Alóadas.
domingo, 14 de junio de 2015
Hera, Diosa de la Maternidad
Hera es la legítima esposa y una de las tres hermanas de Zeus en el panteón olímpico de la mitología griega clásica. Además, ocupaba el cargo de Reina de los dioses. Su equivalente en la mitología romana era Juno. Se le sacrificaban la vaca y más tarde el pavo real. Su madre era Rea y su padre Cronos.
Se representa a Hera majestuosa y solemne, a menudo en el trono y coronada con el polos (una alta corona cilíndrica usada por varias de las Grandes diosas), pudiendo llevar en su mano la granada, símbolo de la fértil sangre y la muerte, y sustituto de la cápsula narcótica de la amapola. El investigador Walter Burkert escribió en Religión griega: «Sin embargo, hay registros de una representación anterior sin iconos, como una columna en Argos y una tabla en Samos.»
Hera fue conocida por su naturaleza celosa y vengativa, principalmente contra las amantes y la descendencia de Zeus, pero también contra los mortales con los que se cruzaba, como Pelias. Paris, quien la ofendió al elegir a Afrodita como la diosa más bella, se ganó así su odio eterno.
En el Templo de Hera en Olimpia, la imagen de culto tradicional de Hera era más antigua que la imagen guerrera de Zeus que la acompañaba. Homero describía su delicada relación con Zeus en la Ilíada, en la que Hera declara a Zeus: «También yo soy una deidad, nuestro linaje es el mismo y el artero Crono engendróme la más venerable, por mi abolengo y por llevar el nombre de esposa tuya, de ti que reinas sobre los inmortales todos.» Aunque Zeus es a menudo llamado Zeus Hereo, ‘Zeus [consorte] de Hera’, el tratamiento que Homero le dispensa es poco respetuoso, y en posteriores versiones anecdóticas de los mitos (ver más abajo) Hera aparecía dedicando la mayor parte de su tiempo a tramar venganzas contra las ninfas seducidas por su marido, pues defendía todas las antiguas reglas correctas de la sociedad y hermandad femenina helenas.Ha habido considerables investigaciones, desde las de Johann Jakob Bachofen a mediados del siglo XIX, sobre la posibilidad de que Hera, cuya primitiva importancia en la religión griega está firmemente establecida, fuese originalmente la diosa de un pueblo matriarcal, presumiblemente habitantes de Grecia anteriores a los helenos. Desde este punto de vista, su función como diosa del matrimonio establecía el lazo patriarcal de su propia subordinación: su resistencia a las conquistas de Zeus se presenta como «celos» y forma el tema principal de las anécdotas literarias que recortaron su antiguo culto.
En detrimento de esta teoría está sin embargo el hecho estadístico de que los matriarcados estrictos (esto es, una sociedad en la que las mujeres sean el único género con poder) no aparecen en culturas históricas o modernas
Por su parte, Walter Burkert señaló que tanto Hera como Deméter tenían muchos atributos característicos de la antigua Gran Diosa.
Hera preside sobre los correctos preparativos del matrimonio y es el arquetipo de la unión en el lecho nupcial, pero no destaca como madre. Los legítimos descendientes de su unión con Zeus son Ares (dios de la guerra), Hebe (diosa de la juventud), Eris (diosa de la discordia) e Ilitía (diosa de los partos). Enio, una diosa de la guerra responsable de la destrucción de las ciudades y ayudante de Ares, también es mencionada como hija de Zeus y Hera, aunque Homero la equipara con Eris. Hera estaba celosa de que Zeus alumbrase aAtenea sin recurrir a ella (en realidad con Metis), así que engendró a Hefesto sin él. Hera estuvo entonces disgustada con la fealdad de Hefesto y lo expulsó del Olimpo. En una versión alternativa, Hera engendró sola a todos los hijos normalmente atribuidos a su unión con Zeus, golpeando su mano contra el suelo, un acto solemne para los griegos.
Hefesto se vengó de Hera por haberlo rechazado haciendo un trono mágico para ella que, cuando se sentó, no la dejaba levantarse de él. Los demás dioses rogaron a Hefesto que volviese al Olimpo para liberarla pero este se negó repetidamente. Dioniso lo emborrachó y lo llevó de vuelta al Olimpo a lomos de una mula. Hefesto liberó a Hera tras recibir a Afrodita por esposa.
El himno homérico a Apolo Pitio hace al monstruo Tifón descendiente únicamente de Hera como venganza contra su esposo Zeus por haber este dado a luz a Atenea de su cabeza sin haber contado con ella y por haber provocado la cojera de su hijo Hefesto. Hera dio la criatura a la dragona Pitón para que la criase.
Hera fue la madrastra y enemiga de Heracles, quien fue llamado ‘gloria de Hera’ en su honor. Heracles es el héroe que, más incluso que Perseo, Cadmo o Teseo, introdujo los hábitos olímpicos en Grecia. Cuando Alcmena estaba embarazada de Heracles, Hera intentó evitar que este naciera atando las piernas de Alcmena en nudos. Sus planes fueron frustrados por Galantis, la sierva de Alcmena, quien dijo a Hera que ya había traído el niño al mundo. Hera la transformó en una comadreja.
Hera encargó a Heracles trabajar para el rey Euristeo de Micenas. Intentó hacer casi todos los doce trabajos de Heracles más difíciles de lo que ya eran.Un relato del origen de la Vía Láctea cuenta que Zeus había engañado a Hera para que amamantase al infante Heracles. Al descubrir quién era este, lo retiró de su pecho, y un chorro de su leche formó la mancha que cruza el cielo. A diferencia de los griegos, losetruscos representaban a un Heracles adulto y barbudo al pecho de Hera, lo que puede aludir a su adopción por ella cuando Heracles se volvió inmortal. Heracles le había herido antes gravemente en el pecho.
Cuando Heracles luchó con la hidra de Lerna, envió un cangrejo para que le picase los pies con la esperanza de distraerle. Cuando Heracles robó el ganado de Gerión, hirió a Hera en el pecho derecho con una flecha de tres puntas: la herida era incurable y dejó a Hera un dolor constante, como Dione le cuenta a Afrodita en la Ilíada. Luego, Hera envió un tábano para picar a las reses, irritarlas y dispersarlas. Hera provocó entonces una inundación que elevó el nivel de un río tanto que Heracles no podía vadearlo con el ganado. Heracles apiló piedras en el río para hacer el agua menos profunda. Cuando logró llegar a la corte de Euristeo, el ganado fue sacrificado a Hera.
Euristeo también quería sacrificar el Toro de Creta a Hera, quien rehusó el sacrificio porque reflejaba la gloria de este. El toro fue liberado y vagó hasta Maratón, pasando a ser conocido como el Toro de Maratón.
Algunos mitos sostienen que al final Hera se hizo amiga de Heracles por salvarla de Porfirión, un gigante que intentó violarla durante la Gigantomaquia, y que incluso le dio a su hija Hebe como prometida. Cualquiera que fuese el mito fabricado para explicar una representación arcaica de Heracles como ‘hombre de Hera’, se consideró adecuado para los constructores del Hereo en Paestum, que representaron las hazañas de Heracles en bajorrelieves.
Zeus, Dios del Cielo
En la mitología griega Zeus es el «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el «rey de los dioses» que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente.
Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera (su hermana) aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según la Ilíada fue padre de Afrodita. Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone,Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto.5
Su equivalente en la mitología romana era Júpiter, en la etrusca, Tinia y en la egipcia, Amón.
Con una excepción, los griegos reconocían unánimemente a Creta como lugar de nacimiento de Zeus. La cultura minoica contribuyó esencialmente a la antigua religión griega: «por un centenar de canales la vieja civilización se vació en la nueva», señaló Will Durant, y el Zeus cretense retuvo sus características juveniles minoicas. El hijo local de la Gran Madre, «una deidad pequeña e inferior que asumió los papeles de hijo y consorte», cuyo nombre minoico los griegos helenizaron como Velcanos, fue en su momento asumido como epíteto por Zeus, como ocurrió en muchos otros lugares, y pasó a ser venerado en Creta como Zeus Velcanos, el «Zeus-niño», a menudo simplemente Kouros.
En Creta, Zeus fue adorado en una serie de cuevas en Cnosos, Ida y Palaicastro. En la época helenística se fundó un pequeño santuario dedicado a Zeus Velcanos en el yacimiento de Hagia Triada. Monedas aproximadamente contemporáneas de Festos muestran la forma bajo la que fue adorado: un joven sentado entre las ramas de un árbol, con un gallo sobre las rodillas. En otras monedas cretenses Velcanos es representado como un águila y junto a una diosa celebrando un matrimonio místico. Inscripciones en Gortina y Licto registran una fiesta Velcania, demostrando que Velchanios fue aún ampliamente venerado en la Creta helénica.
Las historias de Minos y Epiménides sugieren que estas cuevas fueron alguna vez usadas para la adivinación incubadora por reyes y sacerdotes. El escenario dramático de lasLeyes de Platón está en la ruta de peregrinaje a uno de estos sitios, enfatizando el conocimiento arcaico de Creta. Allí Zeus fue representado en el arte como un joven de largos cabellos en lugar de como un adulto maduro, y en los himnos se apelaba a él como ho megas kouros, ‘el gran joven’. Estatuíllas de marfil del «niño divino» fueron desenterradas cerca del laberinto de Cnosos por sir Arthur Evans. Junto con los Curetes, un grupo de extáticos bailarines armados, Zeus presidía el riguroso entrenamiento militar y atlético y los ritos secretos de la paideia cretense.
El mito de la muerte del Zeus cretense, localizado en varios yacimientos montañosos aunque mencionado solo en una fuente relativamente tardía, Calímaco, junto con la afirmación de Antonino Liberal de que un fuego se encendía anualmente desde la cueva de nacimiento que el infante compartió con un enjambre mítico de abejas, sugiere que Velcanos había sido un espíritu vegetativo anual.
El escritor heleno Evémero aparentemente propuso la teoría de que Zeus había sido en realidad un gran rey de Creta y que su gloria lo habría lentamente transformado tras su muerte en una deidad. Las obras de Evémero no se han conservado, pero los escritores patrísticos cristianos asumieron la sugerencia con entusiasmo.
Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar primero la piedra (que se la dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, el Ónfalos) y después a sus hermanos en orden inverso al que los había tragado. En algunas versiones, Metisle dio a Crono un emético para obligarlo a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. Como muestra de agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo o el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Crono y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en lo más profundo de la Tierra y allí quedaron custodiados por los Hecatónquiros. Atlas, uno de los titanes que luchó contra Zeus, fue castigado a sostener la bóveda celeste.
Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades, echándoselo a suertes: Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas y Hades el mundo de los muertos (el inframundo). La antigua tierra, Gea, no podía ser reclamada y quedó bajo el dominio de los tres según sus capacidades, lo que explica por qué Poseidón era el dios de los terremotos y Hades reclamaba a los humanos que morían.
Gea estaba resentida por cómo Zeus había tratado a los Titanes, porque eran sus hijos. Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus tuvo que luchar con otros hijos de Gea, los monstruos Tifón y Equidna. Zeus derrotó a Tifón atrapándolo bajo una montaña, pero dejó a Equidna y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.
Zeus era hermano y marido de Hera, con quien tuvo a Ares, Hebe y Hefesto, aunque algunas fuentes dicen que Hera tuvo a Hefesto sola. Algunos autores incluyen a Ilitía y Eris como hijas suyas. Zeus es famoso por sus conquistas de muchas mujeres mortales —entre las que destacan Sémele, Alcmena, Ío, Europa y Leda— y ninfas, de las que nacieron los fundadores de muchas dinastías helénicas. La mitografía olímpica recoge incluso uniones con las diosas Leto, Deméter, Dione y Maya.
Muchos mitos muestran a una Hera muy celosa de estas conquistas amorosas, y enemiga sistemática de todas las amantes de Zeus y de los hijos que tenían con él. Durante un tiempo, una ninfa llamada Eco tuvo el trabajo de distraer a Hera de estas aventuras hablándole incesantemente. Cuando Hera descubrió el engaño, maldijo a Eco a pronunciar sólo las palabras de los demás.
Hera también se representa despreciando profundamente a Ganimedes, un muchacho troyano a quien Zeus llevó al Olimpo para ser copero de los dioses, además de erómeno suyo.
Afrodita, El Amor Carnal
Afrodita es, en la mitología griega, la diosa de la belleza, el amor, el deseo y la reproducción. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que normalmente no era el amor en el sentido cristiano o romántico.
La ‘surgida de la espuma’ Afrodita nació del mar, cerca de Pafos (Chipre) después de que Crono cortase durante la Titanomaquia los genitales a Urano con una hozadamantina y los arrojase tras él al mar. En su Teogonía, Hesíodo cuenta que los genitales «fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. A su alrededor surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una doncella» ya adulta. Este mito de Venus (el nombre romano de Afrodita) nacida adulta, Venus Anadiómena (‘Venus saliendo del mar’). fue una de las representaciones icónicas de Afrodita, famosa por la admiradísima pintura de Apeles, hoy perdida, pero descrita por Plinio el Viejo en su Naturalis Historia.
Por esto, Afrodita es de una generación anterior a la de Zeus. Homero cuenta en el libro V de la Ilíada. Según Homero, Afrodita, aventurándose en batalla para proteger a su hijo Eneas, es herida por Diomedes y vuelve con su madre, postrándose de rodillas para ser reconfortada. Una vez que el culto a Zeus hubo usurpado el oráculo-robledo de Dódona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.
El principal centro de adoración a Afrodita permaneció en Pafos, al suroeste de la costa de Chipre, donde la diosa del deseo había sido adorada desde mucho tiempo atrás como Ishtar y Astarté. Se dice que desembarcó tentativamente primero en Citera, un lugar de parada para el comercio y la cultura entre Creta y el Peloponeso. Así quizás tengamos pistas del camino del culto original a Afrodita desde el Levante hasta el continente griego.
Algunos autores consideran que Afrodita era hija de Talasa, la personificación femenina del mar, y Zeus.
Afrodita no tuvo infancia: en todas las imágenes y referencias nació adulta, núbil e infinitamente deseable. En muchos de los mitos menores tardíos en los que participa se la presenta vanidosa, malhumorada y susceptible. Aunque es uno de los pocos dioses del panteón griego realmente casados, le es infiel a su marido con frecuencia. Hefesto es una de las deidades helénicas más ecuánimes; en el relato recogido en la Odisea Afrodita parece preferir a Ares, el voluble dios de la guerra. Es uno de los pocos personajes que desempeñó un papel importante en la causa original de la propia Guerra de Troya: no sólo ofreció a Helena de Esparta a Paris, sino que el rapto se llevó a cabo cuando éste, al ver a Helena por primera vez, se vio abrumado por el deseo de poseerla, lo que corresponde a la esfera de Afrodita.
Debido a su inmensa belleza, Zeus temía que Afrodita fuera la causa de violencia entre los otros dioses. Por ello la casó con Hefesto, el severo y malhumorado dios del fuego y la fragua. Otra versión de esta historia cuenta que Hera, la madre de Hefesto, lo arrojó del Olimpo al considerarlo feo y deforme. Éste obtuvo su venganza atrapándola en un trono mágico y exigiendo a cambio de su liberación la mano de Afrodita. Hefesto estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo el cesto, un cinturón que la hacía incluso más irresistible para los hombres.
La infelicidad de Afrodita con su matrimonio hizo que buscase la compañía de otros, normalmente Ares, pero también Adonis. Hefesto fue informado del adulterio que su esposa mantenía con Ares por Helios. Como venganza, atrapó ingeniosamente a Ares y Afrodita con una red de finas cadenas que había dispuesto sobre el lecho para que cayeran al más mínimo contacto. Entonces llamó a todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos (sin embargo, «las diosas se quedaron en casa, todas por vergüenza»); algún dios desenfadado comentó que no le habría importado sentir tal vergüenza. Hefesto no los liberó hasta que Poseidón le prometió que Ares pagaría desagravios, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa.
Rea, La Fertilidad
En la mitología griega, la titánide Rea era hija de Urano y Gea, hermana y esposa de Crono, y madre con éste de Deméter, Hades, Hera, Hestia, Poseidón y Zeus. Estaba fuertemente asociada a Cibeles, tanto que en obras de arte solía ser representada en un carro tirado por dos leones, y no siempre era posible distinguirlas. En la mitología romana, fue la Magna Mater deorum Idaea y se la identificaba con Ops. Según Hesíodo fue nodriza de Dioniso. En la Antología Palatina se la menciona como nodriza de fieras y leones.
Tras derrotar a Urano, su padre, Crono volvió a encarcelar a los Hecatónquiros, los Gigantes y los Cíclopes en el Tártaro, y dejó al monstruo Campe de carcelera. Él y Rea subieron al trono como reyes de los dioses. Esta época se denominó la edad dorada, pues la gente de entonces no necesitaba leyes ni reglas: todos hacían lo correcto, por lo que no eran necesarias.
Crono fue padre de varios hijos de Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, pues Gea y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Sin embargo, cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Urano y Gea para urdir un plan que lo salvara, y así Crono tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Crono, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar.
Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar a sus otros hijos en orden inverso al que los había tragado: primero la piedra, que se la dejó a Pitón bajo las cañadas delParnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto. En algunas versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarle a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Gigantes, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. En agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo y el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea. En una guerra llamada laTitanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Gigantes, Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Crono y a los otros Titanes, que fueron encerrados en elTártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en los más profundo de la Tierra. Zeus colocó entonces allí a los Hecatónquiros y a los Cíclopes como los nuevos guardianes de las puertas del Tártaro.
Según Homero Rea es la madre de los dioses, si bien no una madre universal como Cibeles, la Gran Madre frigia, con quien se la identificaría más tarde. Su lugar original de culto estaba en Creta. Allí, cuenta la leyenda, salvó al recién nacido Zeus, su sexto hijo, de ser devorado por Crono, al darle en su lugar una piedra, y lo confió al cuidado de sus guardas, los Coribantes. Estos guardias se convertirían más tarde en escoltas de Zeus y sacerdotes de Rea, celebrando ceremonias en su honor. En tiempos históricos la semejanza de Rea y la Gran Madre asiática, Cibeles Frigia, era tan evidente que los griegos resolvieron el asunto considerando a esta última como su única Rea, que había abandonado su hogar original en Creta y huido a las tierras inexploradas de Asia Menor para escapar de la persecución de Crono. También hubo una versión opuesta, y es probablemente cierto que los contactos culturales con el continente trajeran a Creta el culto de la Gran Madre asiática, quien se convertiría en la Rea cretense.
En la mitología griega, el símbolo de Rea es la luna. Sin embargo, en la romana su símbolo se conocía como el lunar. También tenía otros: el cisne, por ser un animal delicado, y dos leones, supuestamente los que tiraban de su carro.
Crono, El Tiempo
En la mitología griega, Crono o Cronos era el principal de la primera generación de titanes, descendientes divinos de Gea (la tierra) y Urano, (el cielo). Crono derrocó a su padre Urano y gobernó durante la mitológica edad dorada, hasta que fue derrocado por sus propios hijos, Zeus, Hades y Poseidón, y encerrado en el Tártaro o enviado a gobernar el paraíso de los Campos Elíseos.
Se le solía representar con una hoz o guadaña, que usó como arma para castrar y destronar a su padre, Urano. En Atenas se celebraba el duodécimo día de cada mes una fiesta llamada Cronia en honor a Crono para celebrar la cosecha, sugiriendo que, como resultado de su relación con la virtuosa edad dorada, seguía presidiendo como patrón de la cosecha. Crono también fue identificado en la antigüedad clásica con el dios romano Saturno.
En el antiguo mito registrado por Hesíodo en su Teogonía, Crono envidiaba el poder de su padre y gobernante del universo, Urano. Éste se había ganado la enemistad de Gea, madre de Crono y los demás Titanes, cuando escondió a sus hijos gigantes menores, los Cíclopes de un solo ojo y losHecatónquiros de cien brazos, en el Tártaro para que no vieran la luz. Gea creó una gran hoz depedernal y reunió a Crono y sus hermanos para convencerlos de que matasen a Urano. Solo Crono estuvo dispuesto a cumplir su voluntad, así que Gea le dio la hoz y le hizo tender una emboscada. Cuando Urano se encontró con Gea, Crono lo atacó con la hoz y lo castró. De la sangre (o, según algunas pocas fuentes, del semen) que salpicó en la Tierra surgieron los Gigantes, las Erinias y lasMelias. Crono arrojó al mar la hoz (que dio origen a la isla de Corfú) y los genitales amputados de Urano. A su alrededor surgió del miembro una espuma de la que emergió Afrodita.Por esto, Urano juró venganza y llamó a sus hijos titanes (según Hesíodo ‘los que abusan’, la fuente del nombre «Titán», pero esta etimología está discutida) por exceder sus límites y osar cometer tal acto.
En una versión alternativa de este mito, un Crono más benévolo derrocó al malvado Titán serpiente Ofión. Al hacerlo liberó al mundo de su esclavitud y por un tiempo gobernó justamente.
Tras derrotar a Urano, Crono volvió a encerrar en el Tártaro a los Hecatónquiros y los Cíclopes, a quienes temía, y los dejó bajo la custodia de la monstruosa carcelera Campe. Subió al trono junto a su hermana Rea como reyes de los dioses. Esta época del reinado de Crono se denominó la edad dorada, pues la gente de entonces no necesitaba leyes ni reglas: todos hacían lo correcto y no existía la inmoralidad.
Crono supo de Gea que estaba destinado a ser derrocado por uno de sus propios hijos, como él había derrotado a su padre. Por ello, aunque fue padre con Rea de los diosesDeméter, Hera, Hades, Hestia y Poseidón, se los tragaba tan pronto como nacían. Cuando iba a nacer su sexto hijo, Zeus, Rea pidió a Gea que pensara un plan para salvarlos y que así finalmente Crono tuviese el justo castigo a sus actos contra su padre y sus propios hijos. Rea dio a luz en secreto a Zeus en la isla de Creta y entregó a Crono una piedra envuelta en pañales, también conocida como Ónfalos, que éste tragó enseguida sin desconfiar creyendo que era su hijo.
Rea mantuvo oculto a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según algunas versiones de la historia, Zeus fue criado por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de Curetes o Coribantes, bailarines armados, gritaban y daban palmadas para hacer ruido y que así Crono no oyese los llantos del niño. En otras versiones Zeus era criado por una ninfa llamada Adamantea, que lo escondía colgándolo con una cuerda de un árbol, de forma que quedara suspendido entre la tierra, el mar y el cielo (sobre los que gobernaba su padre, Crono). Incluso en otras versiones, Zeus era criado por su abuela Gea; por una ninfa llamada Cinosura, a quien en agradecimiento Zeus subió entre las estrellas tras su muerte; o por Melisa, hija de Meliseo, rey de Creta que junto a sus hermanas Ida y Amaltea escondieron al pequeño Zeus en una caverna del monte Ida, en la Isla de Creta y lo alimentaron con miel y la leche de Amaltea.
Cuando hubo crecido, Zeus usó un veneno que le dio Gea para obligar a Crono a regurgitar el contenido de su estómago en orden inverso: primero la piedra, que se la dejó aPitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto de sus hermanos. En algunas versiones, Metis le daba a Crono un emético para obligarlo a vomitar los niños, y en otras Zeus abría el estómago de Crono. Tras liberar a sus hermanos, Zeus liberó del Tártaro a los Hecatónquiros y los Cíclopes, quienes forjaron para él sus rayos, el tridente para Poseidón y el casco de oscuridad para Hades. En una gran guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas derrocaron con la ayuda de los Hecatónquiros y los Cíclopes a Crono y a los otros Titanes. Tras esto, muchos de ellos fueron encerrados en el Tártaro, si bien otros no (como Rea, Metis, Epimeteo, Menecio, Hécate, Océano y Prometeo entre otros cuantos). Gea engendró al monstruo Tifón para vengar a los encarcelados Titanes, pero Zeus terminaría venciéndolo.
Los relatos sobre el destino de Crono tras la Titanomaquia difieren. En la tradición homérica y hesiódica, fue encarcelado con los demás Titanes en el Tártaro. En los poemas órficos, fue encerrado por toda la eternidad en la cueva de Nix. Una interpolación en Trabajos y días indica que Crono fue luego liberado por voluntad de Zeus, y que desde entonces fue rey de las islas de los Bienaventurados. Píndaro muestra la influencia de esta versión en algunos versos. También describe su liberación del Tártaro, siendo entonces coronado rey del Elíseo por Zeus.
En una versión libia relatada por Diodoro Sículo, se dice que Crono o Saturno, hijo de Urano y Titea, reinó sobre Italia, Sicilia y el Norte de África. Diodoro cita como evidencia los picos de Sicilia que su época eran llamados Cronia. Crono, junto a los Titanes, luchó y terminó derrotando a su hermano Júpiter, que reinaba en Creta, y a su cuñado Hamón, que reinaba en Nisa, una isla del río Tritón, en algún lugar de África. Crono tomó a su hermana Rea de Hamón para que fuera su propia esposa. A su vez, Crono fue derrotado por Baco o Dioniso, el hijo de Hamón, quien designó al hijo de Crono y Rea, Júpiter Olimpo, gobernante de Egipto. Baco y Júpiter Olimpo unieron entonces sus fuerzas para derrotar a los Titanes que quedaban en Creta, y a la muerte de Baco, Júpiter Olimpo heredó todos los reinos, convirtiéndose en señor del mundo.
Crono es mencionado de nuevo en los Oráculos sibilinos, particularmente en el libro III, donde Crono, Titán y Jápeto, los tres hijos de Urano y Gea, reciben cada uno un tercio de la Tierra, y Crono es nombrado rey de todos. Tras la muerte de Urano, los hijos de Titán intentaron destruir a la descendencia masculina de Crono y Rea tan pronto como nacían, pero en Dódona Rea dio a luz en secreto a sus hijos Zeus, Poseidón y Hades, enviándolos a Frigia para ser criados al cuidado de tres cretenses. Tras saber esto, sesenta hombres de Titán encarcelaron a Crono y Rea, provocando que sus hijos declarasen y libraran la primera de todas las guerras contra ellos. Esta versión no menciona nada de la muerte de Urano a manos de Crono o del intento de matar a sus hijos.
Se le solía representar con una hoz o guadaña, que usó como arma para castrar y destronar a su padre, Urano. En Atenas se celebraba el duodécimo día de cada mes una fiesta llamada Cronia en honor a Crono para celebrar la cosecha, sugiriendo que, como resultado de su relación con la virtuosa edad dorada, seguía presidiendo como patrón de la cosecha. Crono también fue identificado en la antigüedad clásica con el dios romano Saturno.
En el antiguo mito registrado por Hesíodo en su Teogonía, Crono envidiaba el poder de su padre y gobernante del universo, Urano. Éste se había ganado la enemistad de Gea, madre de Crono y los demás Titanes, cuando escondió a sus hijos gigantes menores, los Cíclopes de un solo ojo y losHecatónquiros de cien brazos, en el Tártaro para que no vieran la luz. Gea creó una gran hoz depedernal y reunió a Crono y sus hermanos para convencerlos de que matasen a Urano. Solo Crono estuvo dispuesto a cumplir su voluntad, así que Gea le dio la hoz y le hizo tender una emboscada. Cuando Urano se encontró con Gea, Crono lo atacó con la hoz y lo castró. De la sangre (o, según algunas pocas fuentes, del semen) que salpicó en la Tierra surgieron los Gigantes, las Erinias y lasMelias. Crono arrojó al mar la hoz (que dio origen a la isla de Corfú) y los genitales amputados de Urano. A su alrededor surgió del miembro una espuma de la que emergió Afrodita.Por esto, Urano juró venganza y llamó a sus hijos titanes (según Hesíodo ‘los que abusan’, la fuente del nombre «Titán», pero esta etimología está discutida) por exceder sus límites y osar cometer tal acto.
En una versión alternativa de este mito, un Crono más benévolo derrocó al malvado Titán serpiente Ofión. Al hacerlo liberó al mundo de su esclavitud y por un tiempo gobernó justamente.
Tras derrotar a Urano, Crono volvió a encerrar en el Tártaro a los Hecatónquiros y los Cíclopes, a quienes temía, y los dejó bajo la custodia de la monstruosa carcelera Campe. Subió al trono junto a su hermana Rea como reyes de los dioses. Esta época del reinado de Crono se denominó la edad dorada, pues la gente de entonces no necesitaba leyes ni reglas: todos hacían lo correcto y no existía la inmoralidad.
Crono supo de Gea que estaba destinado a ser derrocado por uno de sus propios hijos, como él había derrotado a su padre. Por ello, aunque fue padre con Rea de los diosesDeméter, Hera, Hades, Hestia y Poseidón, se los tragaba tan pronto como nacían. Cuando iba a nacer su sexto hijo, Zeus, Rea pidió a Gea que pensara un plan para salvarlos y que así finalmente Crono tuviese el justo castigo a sus actos contra su padre y sus propios hijos. Rea dio a luz en secreto a Zeus en la isla de Creta y entregó a Crono una piedra envuelta en pañales, también conocida como Ónfalos, que éste tragó enseguida sin desconfiar creyendo que era su hijo.
Rea mantuvo oculto a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según algunas versiones de la historia, Zeus fue criado por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de Curetes o Coribantes, bailarines armados, gritaban y daban palmadas para hacer ruido y que así Crono no oyese los llantos del niño. En otras versiones Zeus era criado por una ninfa llamada Adamantea, que lo escondía colgándolo con una cuerda de un árbol, de forma que quedara suspendido entre la tierra, el mar y el cielo (sobre los que gobernaba su padre, Crono). Incluso en otras versiones, Zeus era criado por su abuela Gea; por una ninfa llamada Cinosura, a quien en agradecimiento Zeus subió entre las estrellas tras su muerte; o por Melisa, hija de Meliseo, rey de Creta que junto a sus hermanas Ida y Amaltea escondieron al pequeño Zeus en una caverna del monte Ida, en la Isla de Creta y lo alimentaron con miel y la leche de Amaltea.
Cuando hubo crecido, Zeus usó un veneno que le dio Gea para obligar a Crono a regurgitar el contenido de su estómago en orden inverso: primero la piedra, que se la dejó aPitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto de sus hermanos. En algunas versiones, Metis le daba a Crono un emético para obligarlo a vomitar los niños, y en otras Zeus abría el estómago de Crono. Tras liberar a sus hermanos, Zeus liberó del Tártaro a los Hecatónquiros y los Cíclopes, quienes forjaron para él sus rayos, el tridente para Poseidón y el casco de oscuridad para Hades. En una gran guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas derrocaron con la ayuda de los Hecatónquiros y los Cíclopes a Crono y a los otros Titanes. Tras esto, muchos de ellos fueron encerrados en el Tártaro, si bien otros no (como Rea, Metis, Epimeteo, Menecio, Hécate, Océano y Prometeo entre otros cuantos). Gea engendró al monstruo Tifón para vengar a los encarcelados Titanes, pero Zeus terminaría venciéndolo.
Los relatos sobre el destino de Crono tras la Titanomaquia difieren. En la tradición homérica y hesiódica, fue encarcelado con los demás Titanes en el Tártaro. En los poemas órficos, fue encerrado por toda la eternidad en la cueva de Nix. Una interpolación en Trabajos y días indica que Crono fue luego liberado por voluntad de Zeus, y que desde entonces fue rey de las islas de los Bienaventurados. Píndaro muestra la influencia de esta versión en algunos versos. También describe su liberación del Tártaro, siendo entonces coronado rey del Elíseo por Zeus.
En una versión libia relatada por Diodoro Sículo, se dice que Crono o Saturno, hijo de Urano y Titea, reinó sobre Italia, Sicilia y el Norte de África. Diodoro cita como evidencia los picos de Sicilia que su época eran llamados Cronia. Crono, junto a los Titanes, luchó y terminó derrotando a su hermano Júpiter, que reinaba en Creta, y a su cuñado Hamón, que reinaba en Nisa, una isla del río Tritón, en algún lugar de África. Crono tomó a su hermana Rea de Hamón para que fuera su propia esposa. A su vez, Crono fue derrotado por Baco o Dioniso, el hijo de Hamón, quien designó al hijo de Crono y Rea, Júpiter Olimpo, gobernante de Egipto. Baco y Júpiter Olimpo unieron entonces sus fuerzas para derrotar a los Titanes que quedaban en Creta, y a la muerte de Baco, Júpiter Olimpo heredó todos los reinos, convirtiéndose en señor del mundo.
Crono es mencionado de nuevo en los Oráculos sibilinos, particularmente en el libro III, donde Crono, Titán y Jápeto, los tres hijos de Urano y Gea, reciben cada uno un tercio de la Tierra, y Crono es nombrado rey de todos. Tras la muerte de Urano, los hijos de Titán intentaron destruir a la descendencia masculina de Crono y Rea tan pronto como nacían, pero en Dódona Rea dio a luz en secreto a sus hijos Zeus, Poseidón y Hades, enviándolos a Frigia para ser criados al cuidado de tres cretenses. Tras saber esto, sesenta hombres de Titán encarcelaron a Crono y Rea, provocando que sus hijos declarasen y libraran la primera de todas las guerras contra ellos. Esta versión no menciona nada de la muerte de Urano a manos de Crono o del intento de matar a sus hijos.
Urano, El Cielo
En la mitología griega, Urano es un dios primordial personificador del cielo. Su equivalente en la mitología romana era Caelus. En la griega, Urano era hijo y esposo de Gea, la Madre Tierra, que, según cuenta Hesíodo en la Teogonía, había concebido a Urano por sí misma. Urano y Gea fueron los padres de la primera generación de Titanes, así como los ancestros de la mayoría de los dioses griegos; sin embargo, ningún culto específico de Urano sobrevivió en la época clásica.1 El dios no aparece entre los motivos usuales de las ilustraciones de la cerámica griega antigua. Con todo, Gea, Urano y Estigia podían ser reunidos en solemnes invocaciones en la épica homérica.
En la Teogonía, Hesíodo narra que Urano retenía a sus hijos en el seno de su madre cuando estaban a punto de nacer. Gea urdió un plan para vengar el ultraje: talló una hozde pedernal y pidió ayuda a sus hijos. Solo Crono, el menor de ellos, estuvo dispuesto a cumplir con su obligación, emboscó a su padre cuando yacía con su madre, lo castró con la hoz y arrojó los genitales tras él. Al salpicar la sangre, Gea la recogió, y de ella surgieron los Gigantes, las Erinias y las Melias. Los genitales de Urano produjeron una espuma de la que nació Afrodita Urania. Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, anticipando la victoria de Zeus sobre Crono.15
La Biblioteca mitológica recoge una versión diferente, en la cual Urano arroja a sus primeros hijos (los Hecatónquiros y los Cíclopes) al Tártaro, y Gea, irritada, persuade al resto de sus hijos (los Titanes) para que ataquen a su padre con la hoz. Derrotado Urano, los Titanes rescatan a los arrojados en el Tártaro para que aseguren el dominio de Crono.
Gea, La Tierra
La Teogonía de Hesíodo cuenta cómo, tras el Caos, surgió Gea «la de amplio pecho», la eterna fundación de los dioses del Olimpo. De su propio ser, «sin mediar el grato comercio», trajo a Urano, el cielo estrellado, su igual, para cubrirla a ella y a las colinas, y también aPonto, la infructuosa profundidad del mar. Pero tras esto, como cuenta Hesíodo:
acostada con Urano, alumbró a Océano de profundas corrientes, a Ceo, a Crío, a Hiperión, a Jápeto, a Tea, a Rea, a Temis, a Mnemósine, a Febe de áurea corona y a la amable Tetis. Después de ellos nació el más joven, Crono, de mente retorcida, el más terrible de los hijos y se llenó de un intenso odio hacia su padre.
Hesíodo menciona que Gea concibió más descendencia con Urano. Primero los Cíclopes, gigantes de un solo ojo, constructores de murallas, a los que posteriormente se les dieron nombres: Brontes (‘el que truena’), Estéropes (‘el que da el rayo’) y Arges (‘el que brilla’): «El vigor, la fuerza y los recursos presidían sus actos.» Luego añade los tres terribles hijos de cien manos de la Tierra y el Cielo, los Hecatónquiros, Coto, Briareo y Giges, cada uno con cincuenta cabezas.
Urano escondió a cíclopes y hecatónquiros en el Tártaro para que no vieran la luz, regocijándose de su maldad. Esto provocaba dolor a Gea (el Tártaro era su vientre), por lo que creó un pedernal gris (o adamanto) y de éste fabricó una gran hoz, y reuniendo a los titanes les pidió obediencia. Solo Crono, el menor, se atrevió a tomar la hoz y castró a su padre cuando éste se acercó a Gea para yacer con ella. De las gotas de sangre y semen Gea concibió aún a más hijos: las fuertes Erinias, los Gigantes con armadura y lasMelias (ninfas de los fresnos).
Crono arrojó al mar los testículos de Urano, donde produjeron una espuma de la que nació Afrodita. Tras la castración de Urano, Gea parió a Equidna y Tifón, engendrados porTártaro. De su hijo Ponto tuvo a las deidades marinas Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Euribia. Con Éter tuvo a Ergía, la diosa de la pereza y la holgazanería.
Zeus escondía a una amante, Elara, de Hera ocultándola bajo la tierra. El hijo que tuvo de ésta, el gigante Ticio, es por tanto considerado a veces hijo de Gea, la diosa de la tierra.
Gea también hizo inmortal a Aristeo.
Se cree por algunas fuentes que Gea fue la deidad original tras el Oráculo de Delfos. Traspasó sus poderes a, según la versión, Poseidón, Apolo o Temis. Apolo es el mejor conocido como poder tras el oráculo, muy reconocido ya en tiempos de Homero, tras haber matado al hijo de Gea Pitón en ese lugar y usurpado su poder ctónico. Hera castigó a Apolo por esto enviándolo a trabajar como pastor durante nueve años con el rey Admeto.
Los juramentos prestados en nombre de Gea, en la antigua Grecia, estaban considerados entre los más sagrados.
En el arte clásico Gea era representada de dos formas. En las vasijas pintadas atenienses se la mostraba como una mujer entrada en años, medio levantada del suelo, a menudo dando el bebé Erictonio (un futuro rey de Atenas) a Atenea para que ésta lo criase. Más tarde, en los mosaicos, aparece como una mujer reclinada sobre la tierra rodeada por un grupo de Karpoi, dioses infantes de los frutos de la tierra.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)